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Esta mañana, en Casa Salonia, se presentó formalmente el proyecto “Características de Microterroirs en el oasis sur de Mendoza”, una iniciativa interinstitucional que busca estudiar cómo las condiciones del suelo, el clima y el manejo del viñedo influyen en la expresión particular de los vinos en distintas zonas del sur provincial.
La actividad contó con la participación de representantes del INTA Rama Caída, el Centro de Desarrollo Vitícola Zona Sur, el Instituto ICAI (CONICET), la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo y autoridades del Municipio de General Alvear.
Cecilia Picca, directora de INTA Rama Caída, explicó que el objetivo principal es generar conocimiento sobre los microambientes donde se desarrollan los cultivos vitícolas y cómo estas variables impactan en las características organolépticas de los vinos: “venimos desarrollando este proyecto a través de un convenio interinstitucional. Lo que buscamos es caracterizar el ambiente, el suelo y su influencia en el vino. Esto tiene un gran potencial para que las bodegas de la región puedan utilizar esa información en la comercialización, como argumento de diferenciación”.
Picca resaltó además que este trabajo, que ya lleva dos años de ejecución, se financia hasta ahora con recursos propios de la Universidad y el INTA, aunque el objetivo es sumar más actores y apoyo económico para ampliar el alcance de la investigación.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Gustavo Vega, docente e investigador de la UNCuyo, detalló los avances técnicos del estudio: “venimos evaluando dos variedades emblemáticas, Malbec y Cabernet Sauvignon. Lo que buscamos no es determinar qué vino es mejor, sino mostrar que hay diferencias genuinas entre zonas, producto del terroir. A esto le sumamos una levadura autóctona, desarrollada por el CONICET, que potencia aún más esa identidad territorial”.
En este segundo año de trabajo, los estudios se realizaron en San Rafael, aunque en la primera etapa se incluyó una finca de Alvear, y ahora se proyecta incorporar de lleno al departamento en la tercera temporada de análisis.
Tanto Picca como Vega coincidieron en destacar el interés del sector vitivinícola local por participar del proyecto y la importancia del trabajo colaborativo: “una bodega o una institución por sí solas no podrían llevar adelante una investigación de este tipo. Es clave la articulación entre organismos técnicos, académicos, el municipio y los propios productores”, subrayaron.