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En General Alvear, el 90% de las mujeres embarazadas se controlan en los centros de salud. Por este motivo, se capacitará al personal con la finalidad de asegurarse de que las mamás gestantes entre las 18 y 22 semanas puedan realizarse el ecodoppler fetal, ya que este estudio previene la mortalidad de los recién nacidos y otorga la posibilidad de hacer un correcto seguimiento y planificación del parto, haciendo la derivación a los centros asistenciales adecuados para tratar cada patología a tiempo, según explicó Luis Vergani, cardiólogo infantil.
Las malformaciones cardíacas son los defectos congénitos más comunes, con una incidencia de 8 cada 1000 nacidos vivos. Cuando se evalúa la incidencia en las muertes fetales, es aproximadamente 10 veces más grande que en el período neonatal. La ocurrencia de cardiopatía congénita es 6,5 veces mayor que la de anomalías cromosómicas y 4 veces más grande que la de los defectos del tubo neural. Además, 20% de las muertes neonatales son el resultado de enfermedades del corazón. Es esencial recordar que más de 90% de las malformaciones cardíacas ocurren en fetos sin factor de riesgo.
Por lo tanto, el corazón fetal debe someterse rutinariamente a un análisis de ultrasonido obstétrico básico, que sirve como la vía principal de detección para la posterior indicación de un ecocardiograma fetal completo en caso de sospecha de malformación cardíaca. Sin embargo, como este examen a menudo falla, algunos abogan para que la ecocardiografía fetal se realice en todas las mujeres embarazadas. Este es un protocolo muy difícil de implementar en términos de salud pública y en este caso se ha podido implementar en un hospital regional, lo que significa un logro para la salud de la provincia.
