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Todo comenzó el viernes 9, cuando más de 370 jugadores llegaron al CENARD, para disputar el título máximo del ajedrez Argentino para menores, y para sorpresa de todos, los torneos se jugarían en una cancha de pelota paleta, sin aire acondicionado, ni ventilación y previstas de un par de ventiladores de uso doméstico, que claramente no darían abasto, teniendo en cuenta los más de 40º de sensación térmica y los característicos niveles de humedad de Buenos Aires. En esas condiciones de hacinamiento, se jugaron esa tarde las 2 primeras rondas.
Ya el sábado, tanto la temperatura como la humedad recrudecieron, lo que generó que 4 jóvenes se desmayaran y que muchos se descompusieran, en medio de las improvisadas salas de juego, que claramente estaban en excelentes condiciones, pero para realizar otro deporte. Esto puso en alerta a padres y entrenadores, que como es habitual en estos certámenes organizados por la F.A.D.A año tras año, se encontraban sin lugar ni comodidades para acompañar a sus hijos y alumnos, que interpelaron a Mario Petrucci, controvertido ex presidente de la Federación Argentina de Ajedrez, destituido hace algunos meses, quien se hizo cargo de la organización, y se excusó con soberbia, lo que exasperó aún más a los acompañantes.
Luego de que el sábado se propusiera como parte de la solución comprar algunos ventiladores más y atrasar el horario de la 5ª ronda que debía disputarse a las 15:00 horas, para esquivar el horario más álgido, el domingo volvió a ponerse en evidencia la pésima organización del torneo y la mala improvisación, y aumentó el número de niños desvanecidos y descompuestos, lo que volvió más candente la relación de los organizadores con los adultos acompañantes.
La 6ª fecha, que comenzó a las 18:00 horas tuvo que ser interrumpida y los directivos decidieron sacar las mesas afuera, al aire libre, donde al menos corría una leve brisa. Sin embargo, esas mismas partidas volvieron a interrumpirse minutos más tarde, ya que llegó la noche, y no habían previsto la iluminación en el sector elegido, por lo que los tableros fueron colocados a orillas de la cancha de Hockey, en momentos en que entrenaba la prestigiosa selección Argentina, “Las Leonas”.
Como corolario de tanta mala organización y del poco poder de reacción de la dirigencia, tras la 6ª ronda, y pese al llamado del mítico Club Argentino de Ajedrez, que ofreció sus legendarias instalaciones para finalizar el devaluado encuentro, el comité organizador decidió suspender el torneo más importante del año, a 3 rondas de sus 9 reglamentarias, lo que encendió aún más a padres y entrenadores que desde decenas de lugares del país se encontraban presentes, en muchos casos, con estadías pagas hasta el miércoles y pasajes de retorno el mismo día, en coincidencia con el que debía ser el día de cierre del encuentro.
Ante la desazón, padres y dirigentes intentaron salvar el torneo proponiendo soluciones a la F.A.DA, que desoyó, y mantuvo la decisión de terminarlo, proponiendo reintegrar el dinero de las inscripciones y pasando por alto todos los gastos que demandó a cada jugador, estar presentes y a la altura de las circunstancias.
En la actualidad, las diferentes Federaciones del país, elaboran sus estrategias para demandar a la Federación Argentina, que deberá dar respuesta a cientos de reclamos, y que escribió durante este fin de semana de Carnaval, una de sus páginas más vergonzosas.
La delegación Alvearense compuesta por 5 jóvenes, estaba a cargo del Profesor Sebastián Lieby, con la compañía de la Presidente de la Federación Mendocina de Ajedrez, que acompañaba a su vez, a más jugadores Mendocinos. Muchos de los jugadores de nuestra provincia, peleaban por alcanzar posiciones de Podio, al momento de la drástica suspensión.
