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Durante la ceremonia de reinserción, el Asesor de Gestión Ambiental Denis Rabanal explicó que los gavilanes, recuperados en el ecoparque de Mendoza tras haber sufrido daños, son una especie autóctona del sur provincial. “No estamos introduciendo una especie exótica, sino que estamos trayendo de vuelta a un controlador biológico que forma parte del ecosistema”, afirmó. La decisión de reinsertar a estos rapaces fue impulsada por las múltiples quejas recibidas desde el año pasado, donde los vecinos expresaron su preocupación por los inconvenientes causados por la proliferación de loros barranqueros.
El loro barranquero, al no contar con depredadores naturales en la zona, ha aumentado su población considerablemente, generando problemas en las comunidades cercanas. Rabanal destacó que el objetivo no es erradicar a esta especie, sino equilibrar su presencia mediante el control biológico proporcionado por los gavilanes. “El gavilán es un controlador dentro de la cadena alimenticia y su función es vital para mantener la salud del ecosistema”, subrayó.
Juan Pablo Coniglione, veterinario del Departamento de Fauna de Mendoza, agregó que esta reinserción es una medida necesaria para mitigar el impacto negativo que pueden causar los loros barranqueros en entornos urbanos. “Los loros suelen buscar refugio en áreas pobladas porque encuentran condiciones favorables para pasar la noche. Al reinsertar a los gavilanes aquí, esperamos reducir sus dormideros en Carmensa”, explicó.
Coniglione también enfatizó la importancia ecológica del loro barranquero, que desempeña un papel crucial en la regeneración del bosque nativo al dispersar semillas. “Es fundamental tener ecosistemas sanos y completos; esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede ser una ventaja para aquellos productores que buscan comercializar productos amigables con el ecosistema”, indicó.
El veterinario instó a los habitantes de Carmensa a ser pacientes con los nuevos inquilinos del cielo local. “Es normal que un gavilán pueda atacar a aves más pequeñas como gallinas o pollitos. Les pedimos tiempo para que se adapten y cumplan con su función ecológica”, añadió.
Finalmente, se recordó a la población que el uso de armas y otros métodos para eliminar aves está prohibido y se les instó a comunicarse con las autoridades locales ante cualquier inconveniente relacionado con estos animales. La reinserción de gavilanes en Carmensa representa no solo un paso hacia el control biológico de especies invasoras, sino también un compromiso con la conservación y salud ambiental del distrito.